jueves, 28 de junio de 2007
¿A qué le ponemos atención?
La atención que una especie pone a ciertas cosas existe en función de su historia evolutiva y cultural.
En el caso de los humanos, nuestros procesos de atención evolucionan por los cambios del ecosistema que derivan en artefactos culturales y de transporte.
Los hombres ya no vivimos en ecosistemas naturales, sino en ambientes de nuestra propia creación.
Un problema sustancial se presenta por la propensión humana a enfocarse en situaciones emergentes, aún excluyendo fenómenos del contexto que podrían ser más significantes.
Esto puede observarse en las noticias, cuando un accidente automovilístico espectacular fácilmente supera en atención a un reporte sobre contaminación de partículas, no obstante que la segunda noticia puede afectar a más personas que el accidente automovilístico.
Los humanos respondemos con más presteza a los objetos nuevos y cambios rápidos. Por ello es que en la naturaleza los depredadores se mueven con sigilo cuando atacan a su presa.
Los objetos nuevos y los cambios rápidos atraen más la intención porque podrían implicar nueva información y su análisis podría ser más ventajoso, en comparación con objetos que ya han sido inspeccionados o cambios lentos que podrían ser de poca prioridad.
La atención como objeto de la mercadotecnia
El éxito de cualquier mercadotecnia, incluida la de internet, depende de factores psicosociales que deben comprenderse como la atención y la elección.
Los conceptos cognoscitivos son clave. Llamar la atención, preservar la memoria, y persuadir a la audiencia son algunos temas que debe considerar cualquier mercadólogo o periodista.
Para dejar claro de qué estamos hablando, hace falta definir a la atención como un proceso cognoscitivo de concentración selectiva en un aspecto del ambiente.
Los niveles de este factor psicosocial son amplios. El hombre ejercita su atención al escuchar a una persona en una habitación llena de gente hablando, hasta operaciones complejas como conducir un vehículo y hablar por teléfono celular al mismo tiempo.
La atención incluso puede referirse a elementos ajenos al ambiente (lo que llamaríamos distracción), que es un proceso de pensamiento espontáneo.
La atención ha sido uno de los temas más estudiados dentro de la psicología y la neurociencia cognoscitiva.
El proceso de la atención es considerado el más concreto de los procesos cognoscitivos asociados con la mente humana (toma de decisiones, memoria, emoción), debido a que está estrechamente relacionado con la percepción.
Un concepto establecido por William James es el siguiente: “Todos saben qué es la atención: Su esencia son la focalización, concentración y conciencia. Implica el alejamiento de algunas cosas para manejar de manera efectiva otras, y es una condición que se contrapone a la confusión”.
Investigaciones históricas
En la década de 1950 un movimiento de investigadores en psicología impulsaron un movimiento conocido como la “revolución cognoscitiva”. Ésta admite que procesos cognoscitivos no observables como la atención son objetos legítimos de estudio científico.
Colin Cherry y Donald Broadbent, entre otros, realizaron experimentos de “escucha dicotómica”. Los experimentos con sus pacientes consistían en el uso de audífonos para escuchar dos canales de audio diferentes al mismo tiempo, y de manera selectiva atender a uno de ellos. Después de esta tarea los investigadores cuestionaban a los pacientes sobre el contenido del canal al que no le pusieron atención.
Durante ese periodo, el principal debate fue entre los modelos de selección temprana, y los modelos de selección tardía.
En los primeros, la atención deja de procesar lo escuchado en el oído no atento antes de que la mente pueda analizar su contenido semántico. En los modelos de selección tardía, el contenido de ambos canales es analizado semánticamente, pero las palabras del canal desatendido no acceden a la conciencia. Este debate no ha sido resuelto.
En los años 60, Anne Treisman desarrolló la influyente teoría de integración de características. De acuerdo con este modelo, la atención es responsable de integrar aspectos a los procesos de la conciencia.
El paradigma de la búsqueda visual desarrollado por Jeremy Wolfe a partir de la Teoría de la Integración de Características, es usado para el estudio de la atención visual. A través de este paradigma se solicita a sujetos de estudio que encuentren uno (o más) estímulos específicos (objetivos o target) entre una serie de estímulos. Se colocan objetos distractores similares a los objetivos, pero que difieren en una dimensión (como el color o la orientación).
En una búsqueda simple, el sujeto busca sólo una diferencia entre el objetivo y los distractores. En una búsqueda de conjuntos, todas las características del objetivo están presentes en algunos distractores.
Una propiedad interesante de la búsqueda visual es que el tiempo de observación para la búsqueda simple es regularmente rápida y no depende del número de objetos, mientras que para una búsqueda en conjunto, el tiempo de reacción crece de manera lineal con la cantidad de los objetos.
A partir de la década de los 60, y preponderantemente a partir de los 90, comenzaron a realizarse técnicas de señales electrónicas y de tomografías para observar las acciones de atención en el cerebro.
Investigaciones recientes
La psicología y la neurociencia siguen interesándose en los procesos de atención. Muchos debates sobreviven desde la década de los 60. Por ejemplo, aunque muchos científicos aceptan que la atención se puede dividirse, no existen pruebas irrefutables para comprobarlo.
Tampoco existe una definición aceptada de la atención que sea más concreta que la citada en este texto.
Esta falta de progresos ha causado que muchos especulen que la atención se refiere a muchos procesos separados que carecen de un mecanismo común.
Las áreas de la investigación actual se ocupan de determinar la fuente de las señales que generan la atención, sus efectos, las propiedades de sintonización de las neuronas sensoriales, y la relación entre la atención y otros procesos de la mente como la memoria.
En el modelo clínico de la investigación sobre atención se estudian cuatro actividades de esta, los cuales pueden resultar alterados en algunas patologías neurológicas.
- Enfoque. Es la habilidad de responder discretamente a estímulos visuales, audibles o táctiles.
- Retención de la atención: Es la habilidad de mantener una respuesta de comportamiento consistente durante una actividad continua y repetitiva.
- Atención selectiva: Se regiere a la capacidad de mantener una serie de comportamientos o acciones congnoscitivas ante estímulos distractores.
- Atención alternada: Se refiere a la flexibilidad mental que permite a un individuo cambiar el enfoque de su atención y realizar varias tareas con diferentes requerimientos cognoscitivos.
- Atención dividida: Es el nivel más alto de la atención y se refiere a la habilidad de responder de manera simultánea a múltiples tareas.
Atención patente y discreta
La atención patente se refiere al acto de dirigir los órganos sensitivos hacia una fuente de estímulo.
La atención discreta es el acto de enfocarse mentalmente en uno o varios estímulos sensoriales posibles. Se piensa que éste es un proceso neuronal que amplifica la señal de una parte en particular del panorama sensorial.
Hay estudios que sugieren que los mecanismos de atención patente y discreta no son diferentes. Aunque los humanos y los primates pueden ver hacia una dirección, pero poner su atención a otra, podría existir un proceso neuronal subyacente que vincula los cambios de la atención discreta hacia la atención patente.
La visión actual es que la atención discreta visual es un mecanismo de escaneo rápido de un campo en busca de componentes interesantes.
Otros experimentos han demostrado la existencia de actividad neuronal correlacionada, que se refiere a las respuestas neuronales que ocurren cuando el individuo cambia su atención hacia un estímulo.
La competencia por nuestra atención
El ambiente que nos rodea está lleno de objetos, características y escenarios que compiten por nuestra atención.
La mente humana, sin embargo, es limitada en su habilidad de procesar información, y este proceso no puede ocurrir de manera simultánea.
Por tanto, los cambios en la atención son necesarios porque permiten atender aspectos del ambiente en los que se desea enfocar, con los procesos mentales subsecuentes.
Investigaciones han mostrado que cuando se atiende un objeto o un espacio, los procesos operan de manera más eficiente.
Adicionalmente, nos limita nuestro campo de visión. Con una multitud de componentes de una escena, sólo algunos pueden aparecer en nuestro campo de visión en un momento dado.
Los ojos, por tanto, junto con la atención, se mueven constantemente y, en cierto sentido, se reenfocan para procesar múltiples estímulos. Está acción de reenfocamiento es la que se refiere a los cambios de atención.
La teoría del reflector
Una teoría que explica porqué la atención visual cambia es la teoría del reflector móvil. La idea principal es que la atención es como un reflector móvil que se dirige hacia objetivos diferentes, enfocándose en cada uno de ellos de manera serial.
Cuando la información es “iluminada” por el reflector, y por tanto atendida, el procesamiento procede de manera eficiente.
Sin embargo, cuando ocurre un cambio de atención espacial, el reflector es, de hecho, apagado mientras la atención se dirige al siguiente punto de atención.
Ver más en:
* Gazzaniga, M., Ivry, R., Mangun, G. (2002). Cognitive Neuroscience: The Biology of the Mind.(2nd ed) New York: W.W. Norton & Company, Inc., pp. 247-252.
* Sperling, G., & Weichselgartner, E. (1995). Episodic theory of the dynamics of spatial attention. Psychological Review, 102, 503-532.
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