martes, 26 de mayo de 2009

Cable o rentar o comprar de DVD's


Por Demian Magallán

Admito que me encantan las películas y algunas series de televisión, como resultado, cada año gasto miles de pesos en la compra de DVD's.

Alguna vez me dijo alguien que estaba derrochando mi dinero, dado que podría rentar los DVD o ver las mismas películas en la televisión por cable.

Nunca me ha dolido gastar en DVD's que se suman a mi colección, pero decidí hacer cuentas para ver qué opción es mejor.

Se pueden contratar sistemas de televisión por cable por cantidades tan bajas como 400 pesos al mes, sin embargo sólo algunos canales sirven para el propósito de un cinéfilo, y el resto son canales que jamás sintonizo. Sin mencionar la presencia de publicidad durante las películas y dado que el servicio de Pago Por Evento no me satisfizo, decidí dejar atrás el cable.

Posteriormente me uní a una cadena de renta de películas, donde gastaba al mes unos 560 pesos al mes por dos películas cada semana. La desventaja fue sentirme presionado por el tiempo de entrega y pagar precios similares a las salas de cine.

La opción de comprar DVD's sigue siendo mejor para mi. Me he fijado un monto máximo para comprar películas originales, de tal manera que no paso de 400 pesos al mes, lo que me permite ver mis producciones favoritas, sin presiones de tiempo ni contenidos que no veo.

A veces compro películas en los mercados callejeros, o tianguis, como los conocemos en México, lo que me permite optimizar los recursos que destino a mi entretenimiento. En lo personal procuro evitar la piratería, aunque esa actividad me permitiría comprar muchos más títulos por menos dinero.

Dados los precios de las películas nuevas, lo difícil es a veces ajustarme al monto total mensual fijado para mi pasatiempos favorito.

Para quienes prefieren como yo, alimentar su videoteca en lugar de pagar por sistemas de cable o renta, les presento los siguientes consejos.

Ahorre dinero comprando usado

Algunos sitios de internet, compañías de alquiler de películas y vendedores callejeros, ofrecen la posibilidad de comprar películas usadas en perfecto estado.

No es necesario recurrir al comercio informal, pues incluso en Blockbuster se ofrecen recurrentemente ofertas por productos que salen de su inventario.

Compre ofertas

Los últimos títulos normalmente son más caros que las películas atrasadas, por lo que es posible ahorrar dinero al adquirir DVD's de producciones que llevan algunas semanas en circulación.

Venda lo que ya no ocupe

Algunas películas pueden ser vendidas entre sus amigos después de ser vistas. Otra opción para vender sus películas usadas son los sitios de internet de comercio electrónico que le permiten colocar los bienes que no ocupa más.

Busque las ofertas

Muchas tiendas de discos y librerías apartan en sus establecimientos una serie de ofertas, en las cuales puede encontrar títulos de gran calidad. Busque el mueble de las ofertas cada vez que visite su tienda de DVD's.

En mi caso, ni el cable ni la renta de películas me satisficieron, pero para muchas personas éstas pueden ser dos opciones excelentes para ver todas las películas que les atraigan sin necesidad de gastar dinero en DVD's ni destinar un espacio de sus hogares para su almacenamiento.

¿Usted, cuál de las tres opciones prefiere?

jueves, 21 de mayo de 2009

¿Intereses inmediatos en tarjetas de crédito?


Las tarjetas de crédito pueden ser muy útiles para los clientes bancarios que hacen sus pagos a tiempo y por los montos totales de su deuda, sin embargo en Estados Unidos los banqueros lanzaron la propuesta de obtener más dinero de éstos. En México debemos mantenernos atentos ante la posibilidad de que las instituciones crediticias busquen replicar la medida.



Los clientes puntuales de los bancos cuentan con una línea de crédito útil cuando realizan sus pagos totales dentro de las fechas previstas, lo que significa algunas semanas de gracia para realizar los pagos de las compras realizadas sin que se deban cubrir intereses.



Las tarjetas de crédito tuvieron una década de auge en la que los plásticos eran otorgados con facilidad a cualquier persona con buen historial credicitio, y como incentivo han utilizado diversas estrategias como puntos acumulables y millas a viajeros frecuentes, entre otras.



Sin embargo, el Congreso de Estados Unidos analiza una propuesta para la industria de las tarjetas de crédito que implicaría comisiones anuales, la desaparición de programas de recompensa y, lo más importante, el cobro de intereses inmediatamente después de una compra incluso para quienes cubren sus pagos a tiempo.



De concretarse esta medida en los Estados Unidos, los bancos comenzarían a obtener más ingresos de sus clientes puntuales, quienes en los hechos estarían subsidiando las pérdidas de la industria generadas por los morosos.



Algunas instituciones crediticias como American Express, Citigroup y el Bank of América ya comenzaron a aumentar sus tasas de interés y ya están analizando cómo aumentar sus ingresos a partir de sus clientes puntuales.



En Estados Unidos, muchas instituciones bancarias no cobran cuotas anuales a sus tarjetahabientes, lo que no sucede en el caso de México, donde los poseedores de plásticos debemos cubrir comisiones cada año por cada tarjeta activa.


La intención de esta entrada es llamar la atención para que evitemos que en México se repliquen medidas como la anunciada en Estados Unidos, debido a que el nuestro es uno de los más caros para los tarjetahabientes.



Algunas instituciones de crédito cobran en México hasta el 60.9% anual mientras que, en contraste, no ofrecen más del 9% en inversiones.



Los altos costos de las tarjetas de crédito en México hace que en muchos casos, lejos de resultar un apoyo a las finanzas personales, se convierten en un lastre que irremediablemente produce problemas legales y a estar boletinados en el Buro de credito.



La siguiente es una comparación de los intereses anuales que cobran las tarjetas clásicas de los principales bancos que operan en el país:



  • Afirme. CAT: 25.23%.
  • Inbursa. CAT: 32.78%.
  • Banorte. CAT: 34.90%.
  • Scotiabank Inverlat. CAT: 37.28%.
  • Banco del Bajío. CAT: 46.53%.
  • HSBC. CAT: 51.14%.
  • American Express. CAT: 56.33%.
  • BBVA Bancomer. CAT: 56.41.%.
  • Banamex. CAT 57.38%.
  • Santander Serfín. CAT: 60.90%.


    Como siempre, las recomendaciones para el buen uso de las tarjetas de crédito son:



  • Elaborar un presupuesto de acuerdo a tu ingreso, restando sus gastos en orden de mayor a menor importancia.
  • Plantear nuevos objetivos de gasto para evitar “gastar más de lo que se gana”.
  • Hacer una lista de los conceptos en los que puedas tener algún ahorro.
  • Pagar una mayor cantidad de dinero a la tarjeta de crédito que cobre mayor tasa de interés.
  • Pagar siempre más de la cantidad del “pago mínimo” solicitado para evitar el pago de mayores intereses y reducir el plazo de la deuda.
  • Evitar compras a “meses sin intereses” ya que estas opciones restan liquidez.
  • Si tienes muchas tarjetas, la consolida tus adeudos en una sola.
  • Evitar utilizar la tarjeta de crédito como si fuera un préstamo permanente.

    Entrada original en ElUniversal.com.mx
  • martes, 5 de mayo de 2009

    Lo que viene tras el virtual paro económico


    El virtual paro económico, que ha sido lo peor de la alerta sanitaria por el virus de la influenza A-N1H1, ya pasó. Lo que falta por ver son sus consecuencias.



    Al parecer las secuelas sanitarias no serán mayores a las de cualquier epidemia estacional.



    Ahora que las cosas comienzan a volver a la normalidad, la pregunta que queda en el aire es si las autoridades sobrereaccionaron al brote de influenza con una medida económica que podría tener algunas ventajas, pero que también podría haber perjudicado a muchos.



    El paro económico ha sido una sacudida, y no sólo por los casos de enfermos reportados o por el temblor que azotó el centro de México el 27 de abril, cuando todo mundo caminaba por las calles con su cubrebocas, más por la presión social y simbólica de ver a cientos de personas uniéndose a la psicosis, que por la protección que brindan estos aditamentos que resultan inservibles después de tres horas de uso.



    Al expandirse fuera de las fronteras mexicanas, el virus provocó que la Organización Mundial de la Salud declarara estado de pandemia inminente al elevar su alerte de 4 a 5, en una escala de 6; y aunque ese anuncio no impicaba el empeoramiento de la epidemia en México, sino a nivel internacional, las calles quedaron casi desiertas al detenerse prácticamente toda actividad productiva.



    Ocurrió un paro económico ordenado por las autoridades. Restaurantes, taquerías, cines, cafeterías, atracciones turísticas y hasta plomerías tuvieron que cerrar sus puertas después que inspectores les visitaban para solicitar que dejaran de funcionar sus establecimientos.



    “Pasaron inspectores de la delegación (Cuauhtémoc) a solicitar a todos los establecimientos que cerraran”, según palabras de Félix, un plomero del Centro Histórico que se libró de la visita de las autoridades.



    Los restaurantes, de acuerdo con su cámara de industriales, tuvieron una caída en sus ventas de 70% en los días del virtual paro.



    Por ahora nadie tiene elementos para cuestionar en términos de salubridad la radical medida, pues el virus sigue siendo estudiado y se desconoce a ciencia cierta su peligrosidad.



    De acuerdo con científicos del Instituto Nacional de Investigación Médica de Gran Bretaña, ésta ha sido una epidemia de poca peligrosidad. Parece ser que las secuelas más importantes del brote no serán sanitarias, sino económicas.



    ¿Cuál será el resultado de este paro económico?



    Podría ser que el paro económico sirva para darle un respiro a la economía, así haya sido una medida atinada para detener el brote de la influenza o bien una medida económica que sobrereaccionó a un brote epidémico estacional.



    Para remediar la sobreoferta que implica una recesión se necesita reducir el precio de las mercancías para las cuales no hay demanda, con el fin de incentivar su consumo.



    Al reducir la sobreoferta hasta que se iguale a la demanda, los empresarios estarán dispuestos a invertir para producir más, lo que creará empleos y generará ingresos.



    Desde el lado de la producción, las empresas redujeron sus inventarios acumulados por la crisis, y se ahorraron algunos gastos fijos por honorarios y contratos de trabajo no asalariados. Para los productores que padecían la sobreoferta de sus mercancías, el paro económico pudo ser un respiro.



    Para el bien de los inversionistas, también habrá estímulos fiscales, como el 20% de descuento en las cuotas patronales del IMSS anunciadas por la Secretaría de Hacienda.

    En el lado de la demanda, la población se encerró en sus casas y aunque se realizaron algunas compras de pánico, el gasto forzosamente cayó al reducirse las posibilidades de encontrar establecimientos abiertos. En otras palabras, podemos esperar una recuperación en el ahorro familiar.



    Respecto del ingreso, muchas personas dejaron de percibir sueldos y honorarios. A saber: músicos, trabajadores de la industria restaurantera, trabajadores sin contratos asalariados, taxistas y otros transportistas, entre muchos más.



    De acuerdo con el gerente de un restaurante de la colonia Condesa, de 30 empleados, 20 descansaron ante la prohibición de abrir establecimientos al público. Desaparecieron sueldos, se esfumaron propinas.



    El circulante monetario previsiblemente fue menor. El resultado será una inflación más baja.



    Como siempre, los más perjudicados de este paro económico son quienes tienen menor acceso al ingreso: Los desempleados, los subempleados del comercio callejero, los trabajadores de la industria de servicios y turística.



    Lo que puede predecirse con facilidad después de este paro económico, son ofertas en industrias como la turística, que tratarán de recuperarse en la temporada veraniega y recibirán incentivos para superar las secuelas del virtual paro económico.



    También podemos esperar una apreciación del peso frente al dólar por los buenos resultados en la balanza comercial, después de que pase la volatilidad que ha causado la especulación en el mercado de divisas con el pretexto de la incertidumbre de los inversionistas ante el brote epidémico.



    Además es posible que cientos de establecimientos jamás se recuperen del paro económico. Como siempre habrá perdedores. Si el paro económico fue una sobre reacción, habrá muchos perjudicados que pedirán a los responsables una explicación.



    Lo que debe quedarnos es la esperanza de que el paro económico decretado por la alerta sanitaria tenga efectos positivos en la economía igualando a la oferta y demanda de servicios y mercancías.