Uno de los combates más dramáticos en la historia del boxeo sucedió en Las Vegas el 17 de marzo de 1990.
Julio César Chávez en calzoncillos Rojos, Meldrick Taylor en blanco. El mexicano era conocido por el poder de sus puños y el norteamericano por su velocidad. Los primeros rounds fueron para el medallista olímpico de raza negra, pero Chávez destrozó a su rival en los últimos.
La pelea fue catalogada por la revista Ring como la Pelea del Año 1990, pero probablemente haya sido la mejor pelea en la historia del deporte.
Taylor fue declarado noqueado dos segundos antes de que terminaran los 3 minutos reglamentarios del doceavo y último round de esta pelea, en la que Chávez defendía su campeonato mundial de los pesos ligeros. Entre 130 lb. (59 kg) y 135 lb. (61 kg).
Según el parte médico posterior al pleito, Meldrick sufrió fractura facial, orinaba sangre y su rostro quedó deformado por los golpes. Nada fue igual para Taylor después de esa pelea con el sonorense criado en sinaloa. Por si fuera poco, cuatro años después volvió a ser noqueado por el orgullo de Culiacán.
La historia de la carrera pugilística de este héroe moderno mexicano es tratada en la película JC Chávez de Diego Luna, la cual vi en su estreno este 18 de mayo.
La película es un documental que muestra algunas escenas de los combates más emblemáticos de Chávez, su inicio como humilde peleador y su cumbre como campeón del mundo invicto por más de 11 años. Hay entrevistas con personajes famosos como Carlos Salinas, Mike Tyson, Bob Arum y Don King.
La cinta da una embarrada contextual del uso político que le dieron a Chávez, y lo trata con mucha consideración al abordar el tema de las acusaciones por relaciones con el narcotráfico que giraron en torno a él durante el gobierno de Ernesto Zedillo.
De la vida personal de Julio César se deja ver poco, salvo su apoyo irregateable y cercana relación con su heredero, JC Chávez Jr. de quien ahora es entrenador.
La película no menciona algunos hechos como que Chávez tiene un juego de video con su marca para Súper Nintendo, ni que recibió amenazas de secuestro contra su hijo a mediados de los 90, por ejemplo; sí en cambio deja ver a un "Rocky" que no habla inglés, pero impacta de igual manera con sus guantes.
La película, que tuvo su premier en el festival cinematográfico de Tribeca, en Nueva York, resulta ser un homenaje a un deportista que merece sin duda el reconocimiento de quienes gustan, como yo, del espectáculo del boxeo.
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