domingo, 20 de mayo de 2007

El Violín

Plutarco es un anciano violinista manco. Con su hijo y su nieto viven como músicos y campesinos, pero también pertenecen a la guerrilla que planea levantarse contra el gobierno.

De pronto su pueblo es ocupado por un comando militar anti guerrilla, y el viejo escapa con su nieto y demás vecinos al monte, mientras su hijo Genaro y los rebeldes se reagrupan en la sierra para el contraataque.

El viejo regresa al pueblo ocupado por los militares y logra establecer una relación humana con el comandante del comando a través de la música. Ambos se descubren humanos, iguales, amigos, pero Plutarco tiene algo más en mente.

Se trata del conflicto que da forma a la trama de la cinta El Violín, de Francisco Vargas, filmada en blanco y negro, que se ve en los cines de la Ciudad de México estos días.

Los sucesos de la cinta no tienen fecha, ni ubicación específica; puede ser 1968, los años setenta, 1994 o 2007, Chiapas, Guerrero, Michoacán o el Ajusco.

La película participó en la sección Cine en Construcción del 53 Festival Internacional de Cine de San Sebastián y obtuvo 9 mil Euros al llevarse el Premio Casa de América de Ayuda a la Posproducción del Cine Latinoamericano.

"Por sus cualidades artísticas y humanas dignas de una obra a la vez clásica y universal, aludiendo a una realidad desgraciadamente todavía actual", la cinta también obtuvo el Premio de la Confederación Internacional de Cine de Arte y Ensayo, que consiste en apoyo para su estreno en más de 3 mil pantallas de cines integrados en esa organización.

Francisco Vargas estució en el célebre Centro de Capacitación Cinematográfica, donde se especializó en realización y cinefotografía. Ha sido director y fotógrafo de comerciales, documentales y cortometrajes, y El violín es su primer largometraje.

La película es un retrato de la desigualdad. Es copresentada por la revista Proceso, bastión periodístico de la izquierda mexicana, por lo que no debe extrañar que de pronto pueda parecer más que una ficción un panfleto. Es digna de verse, sin embargo.



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