El gobierno federal de México comenzó a apretar las tuercas contra el narcotráfico desde sus primeros días de este sexenio.
Primero envió tropas a Guerrero, y así con Michoacán, Sinaloa, y otros estados del Pacífico mexicano que destacan por el control que sobre ellos ha tenido el narcotráfico desde los últimos años.
El último caso lamentable ha sido el municipio michacano de Apatzingán, donde narcotraficantes y soldados del Ejército Mexicano han tenido enfrentamientos durante horas.
El poblado purépecha de Apatzingán ha pasado a formar parte de la lista de poblados donde ya no es seguro transitar.
Quizá la semejanza de su nombre haya sido un presagio. Después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos y la difusión de que su presunto autor, Osama Bin Laden, estaba refugiado en Afganistán, algunas bromas populares salieron de inmediato a flote.
Un chiste que se escuchaba por las tardes decía que en Michoacán había gran preocupación por la posible intervención del Ejército de EU para encontrar a Bin Laden en Apatzingán.
Pues bien, la broma no está ahora tan alejada de la realidad, cuando menos por la similitud de las imágenes que circulan en los medios en cuanto a la presencia militar en ambas regiones tan disímiles.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario