Hoy cumplí 32 años de nacido. Suenan muchos, y para algunos efectivamente lo son, sin embargo no para mí.
El 32 quizá no es un número cabalístico, pero es interesante ver dónde lo encontramos en la vida real.
El 32, según la Wikipedia, es el número atómico del Germanio, y es el punto de congelación del agua a nivel del mar en grados Fahrenheit.
32 son las entidades federativas de México. En astronomía, el 32 corresponde a la constelación de Pegaso, cuyo nombre científico es NGC32.
En la música 32 es el número de sonatas que escribió para piano Beethoven. En anatomía es el número de piezas dentales completas de un adulto incluyendo las muelas del juicio.
En informática es el código para un espacio en texto en ASCII, en ajedrez es el número de cuadros blancos, o bien de cuadros negros, como se desee.
32 fue el número que utilizó Magic Johnson en los Lakers, también el de O.J. Simpson en la NFL.
Algunas veces es considerado el opuesto oculto del número 23 en numerología, y es la edad supuesta en la que Jesús Cristo fue crucificado (el mito es que murió a los 33, pero como menciona Dante en la Comedia se cuentan los 32 años a los que fue crucificado, más los 9 meses que existió en el vientre de su madre, lo que nos da la suma aproximada de 33)
Así pues, sean bienvenidos los 32, aunque parezcan muchos... aunque no parezca un número cabalístico.
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