Este 8 de marzo se celebra en todo el mundo, como todos los años, el Día Internacional de la Mujer.
Se trata de una celebración mundial por los logros económicos, políticos y sociales de las mujeres. La Wikipedia dice que el origen de esta celebración fue político, principalmente en el antiguo bloque soviético.
Sin embargo, en mi experiencia parecería que este día hubiera perdido su tinte político para convertirse en una simple ocasión en la que los hombres expresan su agrado y cariño a las mujeres de su derredor, de alguna manera como ocurre otras fechas como el 10 de Mayo (Día de la Madre en México) o el 14 de febrero (San Valentín).
En el flanco institucional, la fecha es motivo para tratar los temas de los derechos políticos y humanos en foros como las Naciones Unidas, o bien en organizaciones privadas.
Este año no celebraré la fecha con la misma frivolidad con que lo he hecho hasta ahora. Hoy no felicitaré a las mujeres por simplemente serlo. Hoy las felicitaré por haber reivindicado en el plano histórico, con plena justicia, el reconocimiento masculino como nuestras iguales.
Ya solamente termino compartiendo un reportaje que me ha gustado mucho y que no quiero dejar en el olvido. Es de mi amigo Alberto Torres y muestra como, efectivamente, hombres y mujeres interactúan en igualdad de circunstancias siempre y cuando se eviten los prejuicios... lo que ocurre más fácil con un litro de pulque en la barriga.
miércoles, 7 de marzo de 2007
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