Shortbus

Este fin de semana pude ver la película Shortbus, titulada en México "La Última Parada".

Se trata de una película que narra la historia de un grupo de neoyorkinos que se enfrentan a los conflictos de su sexualidad.

Con una estética muy prometedora en los primeros dos minutos, la película se enfrasca en un conflicto sexual de uno de los integrantes de una pareja gay, y en vías de resolverlo permite que otros personajes resuelvan temas de su propia sexualidad.

La película no me pareció mala, a diferencia de los comentarios de algunas personas que la vieron en la misma sala que yo, pero para mi gusto le faltó un conflicto más sólido; ello produce una película visualmente interesante, pero por momentos aburrida en su trama.

El puñado de galanes, que dejaron boquiabiertas durante la proyección a más de una, nunca fue suficiente para despertar mi heterosexual entusiasmo, y de pronto me sentí aburrido durante la serie de oscuras escenas en las que se observan orgías en ambientes sórdidos que recuerdan a los de Eyes Wide Shot (Kubrick, 1999) o Moulin Rouge (Lurhmann, 1001).

Quizá no es el tipo de cine que me gusta porque cuando salí de la sala sólo pensé: "Debí haber entrado a ver La Reina".