Kilómetro 31 trata la historia de un fantasma que juega con los automovilistas en la carretera al Desierto de los Leones, un lugar quizá conocido para los veintitantos millones de personas del valle de México.
Es una historia de veras de a sustos. Si planean salir este fin de semana con alguna amiga y la mamá de su amiga, no sugieran esta película. Su reputación podría quedar quizás manchada, sobre todo por los brincos que dará la señora con los fantasmas de personas ahogadas y atropelladas. Visualmente es interesante. También es un tipo de cine pocas veces explorado, y con decencia, en México. Los efectos especiales son espectaculares. En términos generales me la pasé bien. En lo personal, no pienso averiguar si en el kilómetro 31 de la carretera al Desierto de los Leones se atraviesan, o no, fantasmas de la época colonial.
El cine en Antara, bastante nice a decir verdad, no obstante lindo.
La película del domingo fue más ligera y la disfruté mucho. Por fin fui a ver Amor y Muerte. Scoop. Debió haber sido titulada en español primicia, pero qué le vamos a hacer. Es una película sobre las apariencias. Una reflexión cómica sobre lo poco que nos conocemos entre las personas. Scarlett Johanson está más jugosa que un mango manila. Woody Allen, cargando el peso de los años en su cuerpo. Inteligente como desde hace tres décadas. Soy verdadero fanático de ambos. Primeramente de Scarlett. Como anécdota, vi la película sentado entre mi bella madre y... Guadalupe Loaeza!. ¡¿Qué tal?! Si les gustó March Point, ésta es la versión desenfadada.
lunes, 12 de febrero de 2007
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